Confieso que nací el 3 de abril de 1984, día martes, y que desde ahí la lucha ha sido inacabable.
Mi signo es aries y mi característica es ser soñadora. El amor nunca se me ha dado como quiero, pero no pierdo las esperanzas.
Confieso que mi primera comunión la hice en la iglesia de San Francisco en el centro de Santiago.
En esa misma iglesia pedí por un amor que nunca me fue correspondido. Allí le agradecí a Dios todas las cosas lindas que me pasaron. No soy católica.
Confieso que siempre quise hacer lo que se me diera la gana. A veces es mejor pensar antes de actuar.
Mi familia es chica, apenas somos 5. Una vez ví a mi padre llorar.
A veces me pierdo en fantasías misteriosas. No me gusta el mundo sin justicia.
Me gustaría ser más ambiciosa, aunque a veces soy lo suficiente para alcanzar mis metas.
Confieso que me carga lavar la loza y que me digan "Cecilia", prefiero los apodos cariñosos y que me den largos abrazos.
Una vez pensé que era adicta al sexo, pero luego descubrí que sólo era un ímpetu malicioso (?) o las ganas de querer a alguien sin restricción.
Confieso que me gustan las aventuras, quiero estar con alguien que no sea aburrido y que yo sea su prioridad número uno. Soy egoísta, me creo el centro de atención. Escucho rock y odio la música romántica porque me da miedo ser mamona.
Confieso que me entrego siempre al 100%, y por lo mismo me han pisoteado el corazón miles de veces.
Nunca me he casado, no me gustan las formalidades. Prefiero la unión libre y tomar coca cola por la mañana.
Escribo poesía que no me gusta y me cargan las flores (pero amo los chocolates).
Mi color favorito es el rojo y una vez lamí la sangre de otro.
Confieso que subí un par de kilos, algún día los bajaré.
No me gustan los postres y amo el sushi.
Quiero tomarme un trago ahora.
A veces fumo más de lo que me gustaría.
Me carga dormir sola.
Confieso que no me creo nada de lo que los hombres dicen.
No me creo bonita, pero me gusta que me lo digan siempre.
Mi afición es el cine y hablar incansablemente con todo el mundo.
Llevo tres libros sin terminar, estudié dos idiomas que no hablo, y siempre me cuesta terminar lo que empiezo.
Soy volátil, cometa, estrella fugaz en el cielo de otros.
Mañana es mi último día de descanso.
No me gusta hacer cosas que no siento, pero sí me he sacrificado por otros. Incluso gente que no vale la pena.
Mi conciencia no está tan limpia.
No me sé persignar en el evangelio de San Lucas.
Llevo una lista de las cosas que me faltan por hacer antes de morir.
Mi manuscrita es una mezcla de imprenta con cursiva.
No me gusta hablar de política ni de religión.
Domino muchos temas, pero todos superficialmente.
Mañana será otro día, pero no sé si eso es bueno.
Confieso que soy fuego, agua, tierra y mucho corazón.