A veces, no todos los días son como uno quisiera.
Existen los días A, o los lados A que son los buenos lados que uno muestra. Me imagino que les habrán puesto así por los cassettes... en fin. Los días R... que son esos días donde una anda más "sensible" (todo gracias a Ripley y su campaña weona) y los días B que son también como los lados B. Los odiosos. Los que no se muestran. Los que para mí no tienen razón pero me afectan. Son esos días donde también ando idiota pero no puedo echarle la culpa a las hormonas.
Mi día B siempre es pesado con la gente que no debiera. Por ejemplo ahora mi novio está pagando el pato porque sabe que estoy de mal genio pero no entiende por qué.
-Qué onda mi amor? estás bien?
-Sí. (Un sí cortante claramente)
-Te pasa algo?
-No.
-Segura?
-Sí.
(a los 5 minutos de silencio congelante)
-Yapo, qué te pasa??
-Nada oh! (inserte cara de infinito desprecio)
Y mientras más preguntan, peor les va. Esa es una verdad universal. Como que activan algún dispositivo de odiar todo lo que dicen y hacen.
¡Cuidado hombres! Cuando una mujer dice que no pasa nada es todo lo contrario, y si van a averiguar podrían embarrarla más en el intento.
¿Qué hacer entonces?
¿la indiferencia? ¿invocar al romance? ¿esperar pacientemente? ¿arrastrarse hasta conseguir un gesto por cansancio? (esa es la peor de todas las opciones creo yo) ¿hacer como que esto nunca pasó?
Mm, no tengo la respuesta en verdad. A mí me funciona un poco de tiempo a solas para que el día B termine sin daños a terceros (como diría el tal Arjona... Puaj) y podamos volver a los tiernos momentos donde todo es miel sobre hojuelas :)
LK.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario